El arte de querer(me)

Qué importante sentirnos amadas y en términos muy mexicanos 'apapachadas'. Lo tomamos por sentando, sobre todo en una cultura que se nutre de complacer al prójimo y al ecosistema. La sensación de que si mi esposo, hijos, familia y perro están bien, yo por añadidura, voy a estar bien.
Entre la expectativa de terceros y la vinculación del sacrificio con amor, existen muchos caminos en los que puede ser fácil perdernos y el chiste es dejar de escuchar el ruido externo y ponerle atención al nuestro. Como dice Glennon Doyle "We can stop asking the world wants for us and instead, ask ourselves what we want for the world."
Y es que sí, algunas veces la solución resulta ser menos compleja que el problema. Si lo piensas a conciencia, es liberador reconocer que en nosotras está el poder de decidir, de cambiar y de aceptar. El poder que deja pensar en nosotras desde el amor y desde de este lugar de aceptación de nuestros caminos y nuestros procesos. Estemos donde estemos, el camino recorrido es perfecto sin importar la ruta y/o el destino.
Confía, todo lo que buscas está dentro de ti.